Él es la imposibilidad de la que estoy enamorada, malgasto mí tiempo en amores baratos tratando de remplazar su piel con
otra piel, me siento unida a él, a nuestro sexo placentero, me aferro a mis sentimientos más que jodidos y me esfuerzo por no sentir amor, pero ¿cómo diablos se olvida su color de trigo, su exquisita textura
y su olor que no recuerdo, pero que embona perfecto con el mío? , ¿Cómo pedirle
a mi piel que deje de erizarse cada que lo tiene de frente?, uno no escoge quien
va a terminar con su raciocinio, pero tengo que abandonar lo que siento y salvarme,
ya he caído al barranco en dos ocasiones por él, le he dicho lo que me hace
sentir y me ha devuelto mis sentimientos en una envoltura negra con una tarjeta
de compasión, me pongo de luto por unos días y lo dejamos en el
olvido. Soy una puta, lo acepto, soy su puta, una puta que siempre tiene los brazos y las
piernas abiertas cuando él lo necesita, una puta que le masturba su cerebro y
también su sexo, una puta que lo hace eyacular de su boca ideas infinitas, una
puta que asesina gemido a gemido para revivirla con un abrazo, una puta susurrándole
palabras obscenas al oído y también aconsejándole en una noche cualquiera que
no deje ir a la mujer que ama, una puta que escucha sonidos de placer
provenientes de su boca, pero que también escucha como es que con esos mismos
labios dice amar con todo tu ser a otra mujer, una puta que lo ha visto estar
húmedo al llegar a la cima del placer, pero también por las lágrimas, una puta que
con su lengua recorre todo su cuerpo, pero que también utiliza esa misma lengua
para lamer y curar heridas que le dejan otras mujeres, una puta que se hunde en
su mirada mientras la penetra lleno de lujuria y desesperación. He sido su
amante, su amiga, su bufón, su pesadilla, su temblor, su perro, su salvavidas, su escondite, pero sobre todo su puta, siempre su puta, una puta que se enamoró
de un hombre exquisito, con la cual como siempre volverá, beberán litros de cerveza, aspirarán decenas de cigarrillos,asaltarán la habitación a carcajadas, y terminaré desnuda ante él, porque decenas de hombres me han quitado la ropa, pero sólo él me ha visto sin nudo
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