"-Sí, dentro de la jaula de mi cerebro está preso un pájaro azul que quiere su libertad... Y repetía el poeta: Creo que siempre es preferible la neurosis a la imbecilidad."

viernes, 3 de enero de 2014

A veces.

A veces me pongo a pensar en cuanto tiempo durarán nuestros ojos cruzando miradas antes de caer totalmente enamorados, a veces pienso que me hago chiquita a tu lado y otras que eres como una hormiga que puedo pisotear fácilmente, a veces pienso si tu puño arriba necesitara que tu otra mano este sujeta por la mía, a veces pienso si es verdad que terminaremos teniendo hijos maleducados que no les guste ver televisión ni comprar regalos a sus abuelos en navidad. Pero a veces también dejo de pensar y comienzo a sentir,  y es ahí justo cuando comienza mi jodida suerte, interpreta jodida como quieras, puede ser como ganarse la lotería o como ponerse la soga al cuello con la que serás ahorcado. Siento que te quiero en las gotitas de lluvia que están cayendo los primeros días del año, en lo frío de mi nariz de tótem, en las canciones que me mandas, en todas las que yo no te mando, en las notitas que pienso dejarte en medio de los libros, en la cerveza que nunca te di el día que te conocí y en la que tiraste antes de nuestro primer beso a ritmo de Pink Floyd. Me gustas cada vez más, déjame escalar por toda tu columna, plantarme en tu cabeza y saber que es lo que diario ensucia tus camisas, que hace que salpiques carcajadas, que te gusta comer a las tres de la tarde, que caminos son los que ensucian tus botas, a qué temperatura te gusta tomar el café y por qué tomas mi mano tan fuerte. Quiero entrar en tu laberinto y nunca encontrar la salida, quiero perderme en cada pedacito de ti, no sé si  me corras a los dos minutos, al próximo otoño o en treinta años, pero ahora quiero quedarme aquí, a tu lado, recargarme en tu hombro, contarte los lunares y lo patética que puede ser mi vida.

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